Justo en este preciso momento era cuando en serio miraba a mi alrededor y me horrorizaba lo que veía, mi vida se caía en pequeños pedazos, cada uno quemándome como una antorcha sobre mi piel, y al mismo tiempo calaba hasta mis huesos como el mismísimo hielo...
No era posible que mi familia se hubiera convertido en este infierno, pero todo es muy complicado desde mi punto de vista, asi que narrare desde el principio, que no es muy lejano...
Me llamo Cynthia, tengo 16 años de edad, vivo en un pequeño pueblo junto al mar, y vivia plenamente hasta hace unos meses, mi familia estaba integrada por mi mamá, mi papá y mi hermana mayor llamada Fernanda que festejo su ultimo cumpleaños de la manera mas triste que se puedan imaginar.
Mamá murió hace tres meses, en un accidente automovilístico donde Fernanda manejó, al morir mamá la culpa de Fernanda fua tan grande, y sumada su depresion, los problemas con papá y su drogadiccion, provocaron que se mudara de ciudad, y desde ese momento no se absolutamente nada de ella, solo se que vive sola y que sobrevive del dinero que papa le manda mensualmente...
Pero todo cambio hace dos dias, me avisaron que ella se ahorco en su habitacion y que pidio que su carta suicida me la entregaran, en ella decia que ya no podia mas contra su conciencia, que no me preocupara y que me cuidara de la mueva pareja de papa.
No podia creer que eso hubiera pasado, la queria tanto y no soportaba la idea, no concebia el mundo sin ella, pero hice o que me pidio, aunque lo interprete a mi modo.
Estaba dispuesta a todo para hacer que papa la dejara pero como sabia que no podria cambiar el ¨amor¨ que papa le tenia a la tipa esa decidi matarla hoy en la noche, papa aun no llegaba de trabajar y era el momento perfecto, le ofreci un trago, y ella acepto pare luego acusarme de ebria enfrente de papa lastima que no podria cumplir su ultimo deseo, me dirigi a la cocina y servi dos martinis, en el de ella disolvi varias pastillas para dormir y se lo ofreci, en cuanto lo probo hizo un mohin
-Le pusiste algo verdad- me dijo alzando una ceja
-Claro que no, para que veas, le tomare yo tambien- le dije y me ofrecio su vaso, le di un trago algo grande y se lo devolvi- Ya ves
-De acuerdo- dijo y se lo termino hasta la ultima gota, en menos de 10 minutos cayo rendida y su piel se torno morada, un portazo se oyo y papa entro a la cocina
-Que hiciste- me dijo en cuanto me vio- la mataste, como pudiste, eres una asesina te odio- me tape los oidos para ignorar los gritos de papa mientras intentaba luchar contra las voces dentro de mi cabeza...
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Amo tus historias
ResponderEliminarNo son como ninguna otra
(:
me encanta!
seguí escribiendo!
Bye, besos (: